Con más de 150 asistentes, de países tan diversos como Inglaterra, Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay, y de todos los rincones de Chile, Raya Uma Datta deslumbró a nuestra comunidad con la inmensa luz de Guruji que brilla en su interior.
Los dos seminarios que dictó fueron una muestra de hermosa simpleza y profundidad, una verdadera clase sobre las bases del Yoga Iyengar, su enorme alcance y su virtuosismo humilde y realista.
Sin duda, todos quienes asistimos nos sentimos conmovidos en algún momento, reímos y lloramos en partes iguales, transpiramos y aprendimos sobre levedad y relajación, pero sobre todo nos sentimos en presencia real de Guruji, por medio de Raya.
¡Gratitud eterna, para el mensajero del Maestro!